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SICOLOGÍA

Trastorno obsesivo compulsivo, depresión, estrés, ansiedad... Estudios de la personalidad y la conducta. Patologías y trastornos mentales...

viernes, junio 06, 2008

2ª parte "Pensamiento mágico y obsesión"

Deseos
Nuestros deseos son probablemente lo más relacionado con el entorno mágico, así como las expectativas irrazonables. ¿Quién no se ha resistido a tener ciertos pensamientos de miedo o de mala suerte, formular un deseo mientras se soplan las velas de cumpleaños o intentar ayudar a un jugador de fútbol del equipo favorito a empujar el balón situado en el punto de penalti, utilizando sólo la esperanza y la concentración?

¿Traen buena suerte los rituales?
“Siempre que vuelo, coloco mis manos sobre el fuselaje mientras subo al avión. El hábito viene desde que era niño y tenía temor a subir a cualquier tipo de máquina que volase; a través de los años y al comprobar que nada malo me sucedía, mi cerebro decidió que debía continuar con el ritual para mantener mi mente en paz por si acaso”.
Los antropólogos insisten en el hecho constatado de que no hay mejor laboratorio de estas repeticiones rituales sin sentido que en los deportes. Sólo hace falta prestar atención a las “danzas” o rituales elaborados por los jugadores durante un partido o cuando tienen el acierto de apuntarse un tanto.
Las personas que suelen confiar en sus rituales presentan un fenómeno conocido como “ilusión de control”, la creencia de que se tiene más influencia sobre el mundo de la que realmente se tiene. No es una mala cosa –un sentido de control anima a trabajar más duro que en caso contrario. En efecto, el completo control sobre las propias fuerzas, conocido como “realismo depresivo”, suele obsesionar a las personas que padecen depresión clínica, quienes suelen mostrar menos pensamiento mágico.
Dar nombre
A medida de que los pensamientos y objetos van adquiriendo poder también lo hacen sus nombres. La habilidad del lenguaje para asociarlos con nuestros actos actúa como un hechizo sobre nosotros. Piaget indicó que los niños a menudo confunden los objetos con sus nombres, un fenómeno que el etiquetó como realismo nominal. Rozin y sus colegas lo demostraron también en adultos. Después de ver poner azúcar en dos vasos de agua y luego fijar la etiqueta de “azucarado” en uno y “veneno” en otro, la gente prefirió beber del vaso que llevaba “azucarado”. (El subconsciente no procesa la negatividad). Rozin también encontró que las personas son reticentes a romper un pedazo de papel en el que figura el nombre de una persona amada. Los símbolos arbitrarios transportan la esencia de lo que representan. Siguiendo esta misma regla de tres, señala Rozin, “el nombre de Adolfo cayó en picado durante los años 40”.
La creencia de un mundo justo hace que nuestra mente esté en calma. Incluso si las cosas escapan a nuestro control, las cosas suceden por alguna razón. La simple idea de arbitrariedad en cuanto a dolor y sufrimiento es tan terrible de soportar para muchas personas que la necesidad de orden moral puede explicar la popularidad de la religión.
Jesse Bering, psicólogo de la Universidad de Queen en Belfast estudia la psicología evolutiva de la religión. Comenta que teniendo en cuenta que un ser omnisciente puede leer nuestros pensamientos y castigarnos por nuestra inmoralidad previene de malos comportamientos y de esa forma ser expulsados de nuestro grupo social. Preguntó si el ser el objetivo de un relampago podría explicar por qué sin embargo no siento la necesidad de tocar madera si pienso en cosascomo, “No he tenido un resfriado durante meses”. “Pensamos todavía que el universo a través de una dosis aguda de realidad. El ritual de tocar madera de alguna forma nos satisface o agrada al universo y previene del castigo intencionado.
La creencia de que el universo es bueno con nuestros deseos es creer que tiene mente y alma, aunque rudimentaria. A menudo vemos objetos inanimados como llenos de una fuerza de vida. Cuando era niño quería desesperadamente que mi osito tuviera vida. Cuando pregunté a mi madre si amando algo lo suficiente se haría real, ella me contestó que no. Aquello rompió mi corazón. No es que pensara que todo está lleno de vida—incluso los bebés se sorprenden cuando un objeto inanimado se mueve por sí solo—es que sentimos que todo tiene su potencial. Se intelectualmente que no puedo hacer que los objetos cobren vida, pero todavía siento una ira irracional hacia una tostada cuando cae de mi mano—y me han dicho que la pise como venganza.
Pensamiento mágico: ¿Positivo o negativo?
El pensamiento mágico puede estructurarse entre escépticos a un lado y esquizofrénicos en otro. Las personas que se ratifican en las ideas mágicas en un terreno que va desde inocuo (miedo ocasional de pisar sobre las grietas de la calzada) hasta extravagantes (los presentadores de TV saben que les está mirando) tienen más posibilidad de padecer una psicosis o desarrollarla más tarde durante sus vidas. Las personas que sufren de TOC (trastorno obsesivo compulsivo) presentan altos niveles de paranoia, disturbios de percepción y pensamiento mágico, en particular “fusión de pensamiento y acción”, la creencia que los pensamientos negativos pueden originar daños. Estas personas sienten el fuerte impulso de realizar tareas repetitivas para contrarrestar sus pensamientos intrusivos como si dejar las puertas abiertas puede perjudicar a las personas amadas.
No obstante, a más pensamiento mágico no implica más problemas emocionales—lo que en realidad cuenta es si estos pensamientos interfieren en el devenir cotidiano y en nuestro funcionamiento. “Ser totalmente “realista” no es del todo sano”, dice Meter Brugger, jefe de neuropsicología en la Universidad Hospital de Zurich. Dispone de datos suficientes que indican de una forma fehaciente que la falta total de ideas mágicas, reporta la inhabilidad de sentir placer.
Brugger afirma que la habilidad para ver patrones y hacer asociaciones mejora la creatividad y también sirve a una función práctica: “Aunque esté en una pradera, siempre será mejor que, prudentemente, asuma que también allí puedo encontrar un tigre”.
Psychology Today Magazine


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